Un matrimonio se fueron a vivir a una casa nueva. Todos los días, en el desayuno, la mujer decía: Mira como tiende la vecina las sábanas de negras; me gustaría enseñarla a blanquearlas. Un día vio que las sábanas estaban muy blancas y se lo comentó, como siempre, al marido. Este le contestó: las sábanas son las mismas, es que he limpiado los cristales del salón.
En estos días de Semana santa podemos aprovechar para examinarnos un poco y pensar el daño que podemos hacer cuando, sin comedimiento, hablamos ligeramente de los demás. Como dijo jesús: "No juzgueis y no sereis juzgados".
Es el momento de la reconciliación con Él y ver si somos caprichosos, coléricos, envidiosos, perezosos, egoistas, tacaños, vanidosos, engreidos, superficiales, mentirosos, tramposos, rencorosos, murmuradores, difamadores, mal pensados, despreciativos, ingratos, desagradecidos, pesimistas, incrédulos, poco piadosos, con falta de confianza en Dios, sordos a su voluntad, distraidos y poco fervientes de su Madre, María.
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