sábado, 31 de marzo de 2012
La hora de la verdad.
La hora de la solidaridad, pero también del individualismo. Amamos la libertad como nunca, pero está empobrecida. Tiempo de libertad religiosa, pero se mata en nombre de un Dios que no es Dios. Políticamente estamos matando la sinceridad, la verdad,la ética, la libertad. Prescindimos de Dios sustituyéndole por otros, porque el hombre necesita algo para orientarse.No hay libertad para disentir sobre el matrimonio homoxesual o para convertir el aborto de delito en derecho, no, no se puede hablar porque nos tratan de retrógrados. Nadie entra en el despropósito de la ley de género, donde las mujeres se convierten en hombres y los hombres en mujeres,no, por nuestro sexo sino por los roles que se nos atribuyen a cada uno. Detrás de todo esto está el relativismo o incapacidad de ver la verdad. Se ha ido diseñando una sociedad sin valores, hombres a la medida de algunos donde prima lo más fácil y placentero.Todo esto se nota en la crisis, fruto de la avaricia y la mentira. Nadie leerá esto, pero me imagino el calificativo si lo hicieran: facha. Por esto y mucho más es...la hora de la verdad, aunque duela.
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